Vivimos nuevos tiempos donde las cosas que dábamos por sentadas como normales hoy en día se cuestionan y donde cada discurso debe ser políticamente correcto, la moda no es ajena a las múltiples controversias sociales que se generan en internet. Han sido muchas las marcas y diseñadores que han sido acusados de apropiación cultural para la creación de prendas de vestir, artículos de lujo, accesorios, desfiles de modas y campañas publicitarias.En este articulo trataremos de entender este fenómeno sociocultural que viene generando ruido en las redes sociales de tiempo en tiempo cuando alguien presta atención a la aparición de nuevos ejemplos de este fenómeno un poco difícil de comprender para la mayoría de la población. Siempre me han interesado los temas relacionados con la naturaleza humana y como esta se desarrolla en modos distintos dependiendo del lugar, la época donde vivimos, crecemos y trabajamos.

Uno de los grandes referentes de la fotografía en el Perú ha sido, es y seguirá siendo Martin Chambi, indígena peruano que mostró al mundo la naturaleza de la población andina y cuyo trabajo ha sido mostrado en importantes lugares de exposición artística en todo el globo. Mario Testino en 2013 presenta “Alta Moda” proyecto que reinterpreta y hace un merecido homenaje al trabajo de Chambi, el cual descubrió en los años 80’s y que impresionaron al fotógrafo de moda hasta el día de hoy por la formalidad de sus retratos en una época de crecimiento cultural, turístico e histórico en el Perú.

Ciertos temas como el racismo, la discriminación y explotación son muy delicados, podemos decir que básicamente se presentan en todos los rincones del planeta en mayor o menor grado y donde la controversia se traslada al internet como otros temas sociales. La industria de la moda es una de las más globalizadas y ha sido acusada muchas veces de incitar a los temas antes mencionados, de ser exclusiva y dirigida a ciertas esferas sociales. Según la RAE apropiarse es “Tomar para sí alguna cosa, haciéndose dueña de ella”, por lo que literalmente hablamos de apropiarse de una cultura que no es tuya.

La cultura de cada lugar del mundo es amplia, incluye su idioma, vestimenta, actividades, religiones, objetos, simbología, peinados y muchas cosas más, cuando una comunidad privilegiada toma sin consentimiento y sin respeto de otra comunidad oprimida estos elementos, es cuando se convierte en apropiación cultural. Según la Organización de las Naciones Unidas, a través de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, se afirma que éstos tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar la propiedad intelectual de dicho patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales y sus expresiones culturales tradicionales.

Aunque la moda siempre ha encontrado inspiración en la riqueza visual y el exotismo de otras culturas, hay ciertas referencias religiosas y raciales que pueden resultar ofensivas. Hemos sido testigos de la apropiación cultural en la moda en múltiples ocasiones y solo para ejemplificar aquí les dejo algunos casos.

1998 Hussein Chalayan le tapó el rostro a sus modelos, dejando el resto de su cuerpo al descubierto como referencia a la situación de las mujeres musulmanas en la sociedad.

2003 John Galliano presenta un desfile de alta costura para la casa Dior inspirado en China y Japón.

2005 Jean Paul Gaultier pinto con barro arcilloso la cara de algunas modelos, emulando las costumbres del pueblo masái (África).

2007 Nicolas Guesquiére fue criticado fuertemente al convertir la kufiya palestina como accesorio principal de su colección Otoño-Invierno para Balenciaga.

2008 Hermés lanzó literalmente en esa primavera todo un repertorio de vestimenta hindú a base de saris, chaquetas Nehru y pantalones Jodhpur.

2009 Riccardo Tisci mostro su propia versión de joyas tradicionales para mujeres del norte africano como el exotismo de Marruecos en su pasarela de alta costura para Givenchy.

2013 Jeremy Scott tuvo la osadía de modernizar a su manera el tradicional niqab musulmán para su colección Primavera – Verano.

2014 Nicholas K. causo polémica en la Semana de la Moda de Nueva York al tratar de homenajear a los pueblos nativos norteamericanos, algo que se repitió meses después en Paris con la casa Chanel al usar un tocado de plumas.

2015 Riccardo Tisci otra vez causa polémica al usar la estética de las cholas latinas para su colección Otoño- Invierno de Givenchy.

Ejemplos sobran con marcas como DsQuared2, Dolce & Gabbana, Valentino,etc.

En mayo de 2015 la diseñadora Isabel Marant fue el foco de atención cuando lanzó su colección primavera-verano inspirada en el patrón textil originario del pueblo mixe, en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca (México) sin darle el crédito a la comunidad oaxaqueña. El diario británico The Guardian sacó a la luz el debate sobre lo que se considera plagio o bien, inspiración. Pero lo que hizo viral esta noticia fue que la marca de ropa Antik Batik demandó a Isabel Marant para reclamar la patente de ese diseño, que habían lanzado antes, sin embargo Marant ganó el juicio cuando pudo demostrar que sus diseños estaban inspirados en los textiles mixes. Este caso latinoamericano nos hace pensar sobre todo lo que no está escrito y regulado a la hora de resguardar las raíces indígenas y el patrimonio cultural en el mundo de la moda.Lo cierto es que si bien vivimos en sociedades multiculturales, cosmopolitas y globalizadas debemos tratar la identidad cultural de otros grupos étnicos con el respeto que merecen y no como simple objeto decorativo, debemos detenernos a pensar que la prenda, el look o el accesorio de moda que viste en una campaña publicitaria podría resultar ofensivo para otra persona y que lo mejor es escuchar, entender y re educarnos en temas como estos para poder lograr una convivencia pacífica.

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